En cada crisálida una oportunidad de transformación, en cada crisis una mariposa*
Ha sido el mantra que me he repetido durante este inicio de año. Me ha ayudado a hacer las paces con la idea de que el cambio interior (transformarnos a nosotrxs mismxs para aportar a una vida más digna para todxs) implica relacionarnos con la muerte, la renuncia, la rendición, el soltar, el dejar ir... Así como abrir espacio para que lo nuevo pueda manifestarse.
Se necesita mucha fuerza para que eso ocurra y siento que esta proviene de nuestro amor interior, un compromiso profundo con aprender a cuidar de lo esencial, nuestro corazón.